¿Has pensado en capitalizar tu experiencia profesional como coach, mentor o consultor? ¿Quieres tener un negocio profesional en cualquiera de esas tres formas, pero no sabes bien cómo empezar o cómo llevar tu negocio actual al siguiente nivel?
Hay dos razones fundamentales por las que hoy estoy escribiendo este artículo y hablando sobre este tema. Y te pido que si de verdad este tema te llama la atención y no es un artículo más para ti, me des la licencia de permitirme explayarme un poco más porque, en efecto, este será un artículo un tanto más extenso que lo habitual.
¿Te parece?
Dos razones, decía, por las que estoy escribiendo esto hoy.
La primera de ellas: en los últimos años esta ha sido la forma en la que cientos de miles de profesionales en todo el mundo han logrado reinventar su profesión. Y me incluyo.
¿Por qué?
En primer lugar porque estamos en un momento donde las personas ya no nos conformamos. La mayoría de nosotros buscamos ser más felices, más saludables, más espirituales, progresar económicamente, realizarnos profesionalmente, comunicarnos mejor, tener mejores relaciones, hacer más felices a nuestra familia, disfrutar de nuestra familia y nuestros afectos, hacer deporte, tener una mejor calidad de vida, y etc, etc, etc. En definitiva, han surgido valores como libertad, independencia, flexibilidad, paz interior, autorrealización, cuidado, creatividad, autenticidad, contribución y la lista es larguísima. Cuando antes con seguridad (el empleo seguro y el cheque a fin de mes) y ver a la familia de vez en cuando, estaba bien. Incluso el deseo de dinero era por seguridad, para las catástrofes o imprevistos de la vida (para épocas de “vacas flacas”) y no para proyectos como viajar o tomarse un año sabático para perseguir un sueño. Era lo que había. Ahora no. Ahora no es sólo “más”. Es “más y mejor”.
Después, estas mismas personas que no se conforman, que “les empieza a picar el bichito” de lograr otras cosas en la vida, que tienen la osadía de tener sueños ambiciosos y no conformarse con el empleo de 8 a 5 y la paga segura (sic) a fin de mes, empiezan a ver que hay mucha información disponible en internet. Algo que sólo 20 años atrás (cuando la mayoría de las personas que van a leer este texto ya estaban encaminándose en su carrera profesional) era una locura pensar. Y ya lo dice el dicho, la información es poder. Poder crecer, poder progresar, poder cambiar, poder realizarse, poder ambicionar otro tipo de vida, de futuro. Poder levantar la nariz del plato y animarse a más.
Y finalmente, porque el mundo no nos ha preparado para esto pero nos da la oportunidad de lograrlo. La escuela ha creado piezas de un engranaje, intercambiables, idénticas, funcionales a un sistema. No ha creado emprendedores y protagonistas de su propia vida. Así que, más allá del discurso ideológico que voy a ahorrarte, la mayoría de las personas no saben qué demonios hacer con la información que colectan para concretar sus objetivos. Y para eso, amigo mío, es que han surgido coaches, mentores y consultores. Son personas que en base a un entrenamiento especial que han hecho, en base a su experiencia particular, a su talento y sus fortalezas (porque no cualquiera puede llevar adelante estas profesiones) te ayuda a transformar tu realidad en la visión futura que deseas. Esto, simplificando. Luego, cada profesional se encarga de un área en particular, una especialización basada en su experiencia, para ayudar a un determinado cliente a lograr ciertos resultados (y no otros).
Y la segunda razón por la que estoy escribiendo hoy esto es, especialmente para ti que eres coach, mentor o consultor y amas tu profesión pero ves que no te está yendo como esperas.
O si estás pensando en reinventar tu profesión y ayudar a otros a transformar su… vida, carrera, negocio, empresa, pareja, familia, etc [completa aquí con tu propia experiencia] y no sabes ni por dónde empezar.
O te está yendo muy bien, pero en el camino se te está quedando la vida porque trabajas 45 horas por semana para poder sustentar un estilo de vida que luego no tienes ni chance de disfrutarlo.
En cualquiera de estos casos, esta segunda razón es ideal para ti:
Y es que hay un punto importante que no puedo dejar de remarcar porque mi misión en este mundo es ayudarte a construir un negocio fabuloso, sí. Pero rentable. Si no es rentable, no es un negocio. Es un hobbie, es un don, es un talento o un pasatiempo que te consume mucho más de lo que te da. O al menos te obliga a tener otra fuente de ingresos para mantener el nivel de vida que deseas, sea cual sea que hayas elegido.
Entonces, cuando el título de este artículo dice cómo convertirte en el coach, mentor o consultor “que el mundo necesita hoy” estoy lejos de querer darle una visión romántica. Estoy hablando de asegurarte que el mundo te necesita, que hay una demanda, que alguien de verdad va a comprarte.
Ahora bien, que esto sea importante e imprescindible, no significa que sea lo único que tengas que considerar para convertirte en un coach, mentor o consultor de éxito. Así que… ¿qué tal si te doy un checklist de lo que necesitas para lograrlo? Aquí vamos…
No tomaría este “checklist” como un “paso a paso” porque en realidad el orden de los factores en este caso podría alterar el producto En realidad dependerá de la situación particular de cada profesional el orden en el que debería avanzar en la reinvención de su carrera hacia convertirse en un coach, mentor o consultor, y la mejor forma de sacarle el máximo beneficio a ese proceso. Pero sí puedes considerar esto como lo que es, un checklist para que no te falte ninguna de estas
¿Qué sabes hacer?
¿Qué conocimientos tienes?
¿En qué cosas tienes experiencia? (No te limites a tu experiencia formal o a lo que has aprendido académicamente. Piensa en tu juventud, en tu formación informal)
¿Qué es lo que te apasiona?
¿Cuáles son esas tareas o acciones que si las realizas sientes que brillas, que renaces, que te recargas de energía?
¿Cuáles son tus mayores talentos y fortalezas, eso que le puedes enseñar a otros aunque tú no recuerdas cuándo es que lo aprendiste?
¿Con qué tipo de personas quieres trabajar?
¿Quiénes se beneficiarán más de tus servicios y tu conocimiento?
¿Cuál es esa necesidad que tiene el mercado que tú puedes resolver?
Saber elegir un “cliente ideal” es todo un arte. Pero sin él y sin una demanda concreta, no podrás tener un negocio ni posible ni ideal. Simplemente, no funcionará.
¿Cómo puedes combinar tu conocimiento y experiencia, y condimentarlo con tu talento y fortalezas para crear algo que sea específico y original?
¿En qué área particularmente consideras que marcarás una mayor diferencia a tus posibles clientes?
¿Qué resultados o logros sientes que eres capaz de ayudar a conseguir a tus posibles clientes?
Cuanto más específico y concreto sea lo que ofreces, más repercusión e impacto tendrá en tu mercado y lograrás atraer clientes con más facilidad. Cuando más natural y propio sea lo que ofreces, porque se base en lo que eres, en tu personalidad, tu talento, tus fortalezas, entonces más brillarás y te destacarás y así es que tus potenciales clientes decidirán que eres la persona indicada para ayudarlos.
¿Qué es lo que te hace único?
¿Qué es lo que otros competidores no están haciendo y el mercado está necesitando?
¿Qué es lo que tú podrías “hacer diferente” para resolver lo que el mercado hoy necesita?
¿Qué es lo que están demandando los clientes que nadie le ha dado y que tú podrías cubrir?
Crear un negocio único, auténtico y que se separe de la competencia es vital si no quieres ser simplemente “uno más” del montón. Ser auténtico, es decir tú mismo, mostrar lo que eres y no una versión estándar de lo que se supone que debe ser, decir y hacer un coach, mentor o consultor, es un excelente primer paso para comenzar esta dura tarea de separarte de la competencia.
¿Cuántas horas por día quieres trabajar?
¿Cuántos días a la semana quieres trabajar?
¿Cuántos días/semanas en el año querrás no trabajar para descansar o tomarte vacaciones?
¿Dónde quieres trabajar? ¿En casa o en una oficina? ¿Solo y concentrado, o con otros colegas y co-workers?
¿En qué horario quieres trabajar? ¿Tendrás días sólo para trabajar y otros días libres, o prefieres intercalar actividades recreativas y de esparcimiento en medio de tus jornadas de trabajo?
¿Quieres viajar y llevar tu negocio a cuestas?
Definir un modelo de negocio que vaya contigo y que conecte con tu estilo de vida es la diferencia entre amar tu profesión y lo que haces, o esforzarte cada día para lograr un estilo de vida que no puedes disfrutar.
¿Y cuál es tu caso?
Fuente: Emprendices
Autor: Gabriela Turiano